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lunes, 21 de diciembre de 2015

Vampiro: La Mascarada (Prólogo sobre juegos de rol)

Vampiros, ¿quién no se ha cruzado con uno de ellos por la calle? Otra cosa es que no hayamos sido conscientes, pero los vampiros llevan siglos mezclados entre nosotros. O al menos, eso ocurre en el universo del juego de rol Vampiro: La Mascarada.


Aunque muchos lo tendréis claro, antes de nada voy a comentar qué es y qué no es un juego de rol.
Es:
- Un juego en el que tomamos el papel de un personaje y le tenemos que dar vida tomando decisiones que le hacen crecer, progresar y avanzar durante la partida.
- El juego ha de estar delimitado a sus participantes y no ha de interferir en la vida de personas ajenas a él. Lo más recomendable es hacerlo en un recinto cerrado.
- Normalmente hay uno o varios directores de juego, que se encargan de introducir a los personajes de los jugadores en una historia, describir los acontecimientos que les ocurren, controlar a los personajes que no llevan los jugadores y arbitrar la partida aplicando una serie de reglas.
- Las partidas tienen un principio y un final. Al acabar, cuando el director de juego da por finalizada la partida, los jugadores dejan de interpretar a sus personajes y no siguen actuando como ellos durante su vida real.
- Por ejemplo, una obra de teatro tiene muchas similitudes con un juego de rol. La diferencia más grande es que la obra de teatro tiene un guión y un desarrollo ya escrito y conocidos. Mientras, en el juego de rol, los jugadores son los que "escriben" y desarrollan ese guión, haciendo de cada partida una historia única.

No es:
- No es algo prohibido jugar al los juegos de rol.
- No se trata de dañar, matar o sacrificar a ninguna persona o animal.
- No se trata de pelear, ni tener contacto físico, ni agredir al resto de jugadores para ganar.
- Los casos que han salido en las noticias donde gente ha asesinado a otras personas por estar jugando a juegos de rol, son situaciones en las que se ha ido más allá de los juegos de rol. Cuando se pone en juego la vida de alguien, el juego deja de ser un juego.


Hay muchas variantes de juegos de rol:
- Están los que se juegan alrededor de una mesa, con un tablero, con cartas, con fichas.
- En las videoconsolas tenemos multitud de juegos de rol, en los que llevamos a uno o varios personajes y los vamos subiendo de nivel a lo largo de sus aventuras.
- También hay juegos de rol en plan gymkana, en espacios más amplios, pero delimitados para tal fin.
- Las obras de teatro también son juegos de rol. ¿Quién no te da la posibilidad de improvisar algún día en tu interpretación?
- Y sin olvidarnos de los juegos de rol interpretativos, una mezcla entre jugar alrededor de una mesa y de una obra de teatro.

El juego que os quería comentar, Vampiro la Mascarada, es un juego de rol interpretativo. Su sistema de juego es simple comparado con otros para favorecer la agilidad de las partidas y darle más peso a la creatividad de los jugadores, que es donde está lo divertido. Mediante tiradas de dados se resuelven de mejor o peor forma las situaciones a las que se enfrenta el vampiro. El cómo se matizan estas situaciones está en las ideas y diálogos que se le ocurran al jugador.

Cada jugador interpreta a un vampiro. Previamente, le ha dado una identidad, le ha asignado una serie de habilidades y características únicas y le ha creado una historia para explicar quién es. Durante las sucesivas partidas seguirá construyendo a su personaje, mejorándolo con la experiencia otorgada por el director de juego y sobretodo, dándole forma a su personalidad. El objetivo final es sobrevivir todo lo posible y convertir a tu vampiro en una leyenda.

Continua en Vampiro: La Mascarada

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