Nintendo 3DS lo tuvo muy crudo al principio. El gran éxito de Nintendo DS y el catálogo que tenía esta consola ya asentada, junto con el elevado precio de 3DS y el escaso número de juegos que tenía, no motivaba a la gente a comprarla. Sólo cuando tuvo una rebaja de un tercio de su precio y empezaron a salir juegos como Mario Kart 7, no empezó a despegar, aunque siempre a menor ritmo que DS. Al igual que ocurrió con su predecesora, 3DS tuvo un modelo XL. Y el año pasado llegó el modelo lowcost 2DS, prescindiendo del efecto 3D y remodelando la consola a un solo bloque (y realmente una sola pantalla aunque parezca que tenga dos).
Pues están por venir dos modelos llamados New3DS y New3DS-XL. Aunque mantenga el nombre 3DS, se tratan de unos modelos más potentes y con varias mejoras, como un segundo stick analógico, mejores cámaras que ayudan a mantener el efecto 3D, conexión NFC para aprovechar las figuras amiiboo, carcasas intercambiables, y lo que ha creado aún más controversia: con más memoria y más procesador. Esto da lugar a que aparezcan juegos que sólo funcionen en ese modelo y no en la 3DS original, como el remake de Xenoblade desde Wii.
Ahora es cuando los poseedores de una 3DS deberíamos entrar en ira. Sí y no... Una 3DS mejorada, con mayores prestaciones y juegos exclusivos a 4 años del lanzamiento de la primera, es un jarro de agua fría para nuestras consolas. Pero aún así, no van a dejar de funcionar. Sólo que poco a poco dejarán de sacar juegos para ella y llegarán juegos exclusivos del modelo New. Pero por otro lado, esto le puede dar más vida a las consolas que tenemos, porque el que exista la New3DS no implica que todos los juegos que vayan a salir a partir de entonces sean incompatibles con la 3DS.
Esto me recuerda a lo que pasa con los móviles, que cada año van sacando nuevos terminales que van dejando obsoletos a los del año anterior. Y mucha gente paga esos cientos de euros en renovar su móvil cada dos o tres años, aunque el 90% de las aplicaciones aún funcionen decentemente en los móviles antiguos. A mi parecer, Nintendo está siguiendo el modelo del mercado de móviles (que por cierto, los móviles y tablets le han pegado un gran bocado al mercado de las videoconsolas) y quiere sacar a la venta gradualmente modelos más potentes y mantener a su base de usuarios que utilizan sus consolas.
Con esto evitan riesgos como cuando salió a la venta 3DS: ya no se vendían tantos juegos de DS, y tampoco se vendieron tantas 3DS al principio, por lo que los ingresos caen. Ahora quiere que, aunque salga a la venta una nueva consola, seguir vendiendo muchos juegos compatibles con el modelo anterior e ir introduciendo poco a poco a su nueva consola. Lo ideal es que los juegos de 3DS sean escalables. Es decir, que funcionen tanto en 3DS como en New3DS, aunque en esta última se vean más bonitos y aprovechen más las prestaciones que brinda el nuevo modelo.
Toca jugar mucho rato aún con la 3DS original.
Imágenes: Nintendo Japón
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